Un cambio indica el final de un ciclo y el comienzo del otro. Una estación del año, un ciclo escolar, un día, una respiración completa.
Uno de los cambios más significativos en mi vida fue el vivir en el extranjero por primera vez. Pasé de ser soltera, vivir en casa con mis padres, con el mismo trabajo desde que me gradué de universidad, a casarme, irme a vivir a un país con cultura diferente alejado 14,000 km de mi familia y amigos y, cambiar de profesión.
Cinco años y medio es mi ciclo en esta glamurosa ciudad. Confieso que el proceso de adaptación no fue fácil y los primeros meses hubo poco agradecimiento y mucha queja; notando las diferencias en la cultura, extrañando a la familia, amigos, tacos y, dudando de mis habilidades y competencias como maestro de yoga. Inicié mi camino como enseñante desde Mexico, pero Dubai fue muy intimidante y me sentía pequeña comparado con maestros “internacionales” que enseñaban en los mismos estudios que yo aplicaba para trabajar.
The Studio fue el primero en darme la oportunidad de cubrir clases, y así, comenzó el ciclo más significativo y especial en mi carera y en mi vida personal.
Es ahora en estos tiempos de COVID19, donde todos hemos sido parte de cambios importantes, unos de los míos se sincronizan bellamente con el cierre del studio y mi partida de Dubai. A pesar de que mi esposo y yo planeamos nuestro regreso a casa, este se seguía postergando por diversas razones y aunque deseamos regresar cerca de los nuestros, aceptábamos con una sonrisa el quedarnos mas tiempo a disfrutar lo que Dubai te provee como pocos lugares. Y de tanto postergar, fue el Universo quien dijo: ya basta! Sin planear, sin acomodar las piezas, simplemente haz lo que tengas que hacer pero es tiempo de cambio.
The Studio también está en proceso de cambio, por lo menos de manera momentánea debe cerrar sus puertas y deseo que simplemente sea la evolución de un bello espacio donde maravillosas personas comparten desde el corazón una práctica de yoga.
Sentimientos encontrados surgen como muchas veces pasa y el dolor mas grande es el apego a las personas que dejo de ver día con día: a las amistades que sanaron tu corazón cuando no tenías a tu familia cerca, a los maravillosos yogis que compartieron tu práctica y de quienes aprendiste a ser mejor, a una vida de extremo comfort y seguridad, a un matrimonio que se hizo fuerte por el hecho de estar solos el uno para el otro. Pero a la par de ese corazón un poco roto, vienen también una gran emoción por las nuevas aventuras.
Esa maravillosa dualidad es parte del cambio y decido recibirlo con brazos abiertos. Porque si no, que desperdicio de tiempo y energía en luchar contra lo que es inevitable. Así que gracias a cada uno de ustedes mis hermosos yogis de The Studio, gracias amigos y familia por el apoyo cerca y lejos, gracias a mi amado esposo por darme la mejor vida y todo su amor, gracias Dubai por esta maravillosa experiencia.
Gracias gracias gracias, shanti shanti shanti.